Aquella intención gubernamental de que la minería fuese el sector estratégico de la economía nacional, está quedando atrás. El “boom” minero energético, al parecer, ya atravesó su mejor momento y lo que queda está afectando ampliamente las finanzas nacionales. La coyuntura internacional, determinada por la menor demanda de materias primas y el bajo nivel de precios, ha impactado negativamente la productividad del sector nacional. Por su parte, el crecimiento de la minería ilegal y la desinversión en el sector tienen la actividad económica contra las cuerdas, lo que ha obligado al Gobierno Nacional a tomar medidas urgentes.
Colombia es un país destacado en cuanto a producción de minerales siendo el número uno a nivel mundial en cuanto a esmeraldas, el séptimo en níquel y veinteavo en oro. A nivel nacional los principales actores del mercado se ven conformados por:
Estados de Resultados con corte a diciembre de 2015 (datos en millones de pesos)
El sector minero mundial enfrentó un panorama adverso durante 2015, el cual fue influenciado especialmente por el bajo precio de las materias primas extraídas con métodos mineros y la desaceleración económica de China, principal demandante de estos productos. Esta coyuntura afectó ampliamente a las empresas mineras cotizantes en los mercados financieros globales, con pérdidas superiores a los $25 billones de dólares. Además, en Estados Unidos, durante los últimos dos años, 26 empresas han entrado a la Ley de Bancarrota y se han cerrado 411 minas, con efectos catastróficos sobre el empleo en el sector minero de ese país. Adicionalmente, el deterioro en el posicionamiento como industria ha calado en el correcto desarrollo de la actividad.
A nivel nacional, este último punto ha sido determinante en el actuar del sector durante el último año, pues las comunidades en las regiones donde operan tienen cada vez un nivel más bajo de aceptación a la explotación minera, generando problemas sociales que intervienen en el desarrollo y expansión del sector. Esto, adicional a los bajos precios de los minerales y al efecto del nuevo Régimen de Regalías, ha disminuido ampliamente la contribución de rentas directas que han reciben las gobernaciones y los municipios en las áreas mineras.
Adicionalmente, el crecimiento de la minería ilegal es un asunto que preocupa ampliamente a todas las autoridades del sector, pues ya que ha incrementado de forma desmedida, logrando control territorial por encima de las fuerzas del Estado en diversas zonas estratégicas del país, lo que impide que empresas formales, que poseen los títulos legales para operar, puedan ejercer su función. Por su parte, según la Asociación Colombiana de Minería (ACM), la minería ilegal en Colombia le deja pérdidas anuales al sector y al país por $200.000 millones de pesos, y, de acuerdo al estudio de la Universidad Externado de Colombia, el 70% de la minería que se realiza en el país es ilegal.
También, la situación fiscal ha sido motivo de enfrentamientos entre los gremios del sector y el Gobierno Nacional, pues el régimen tributario actual es catalogado por integrantes del sector como un impedimento para lograr la competitividad en el mercado global.
Fuente: Banco de la República.
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