El uso inadecuado de los suelos y la intervención de fuentes hídricas son las principales afectaciones que ha llevado a la Corporación Autónoma de Cundinamarca a sancionar cerca de 200 procesos que deterioran el medio ambiente en los cerros orientales de Bogotá específicamente.
Una de las actividades más perjudiciales es la disposición minera ilegal y vertimientos que han llevado al uso inadecuado del agua y la tala de árboles. Entre otras actividades se encuentran el desecho de basuras y escombros, demoliciones, explotación agrícola, ocupación del ecosistema, etc.
De acuerdo con la entidad, “estas acciones, amenazan la supervivencia de la fauna local, que comprende unas 120 especies de aves, más de nueve de anfibios y unas 63 de mamíferos, según el Plan de Manejo Ambiental”. Por su parte, Patricia Mora, directora operativa de la Dirección Regional Bogotá La Calera de la CAR, aseguró que “se ha venido generando invasión en zona protegida con la pérdida de cobertura vegetal, captación ilegal de agua, desviación de los cauces, contaminación de fuentes hídricas, daños al suelo, así como la pérdida de hábitat de los animales que viven en los cerros orientales”.
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