El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) ha emitido una alerta señalando doce medicamentos esenciales que podrían escasear en las farmacias del país, incluyendo desde insulina hasta antidepresivos, cruciales para el tratamiento de enfermedades mentales.
La Superintendencia de Salud, en conjunto con el Ministerio de Salud y otras entidades, ha identificado diversas causas que contribuyen a esta situación preocupante. Entre ellas, se destacan el incumplimiento en los pagos a los laboratorios por parte de los gestores farmacéuticos, quienes son responsables de suministrar los medicamentos en nombre de las EPS. Esta falta de pago, a su vez, provoca un círculo vicioso de escasez.
Además, se han detectado conductas irregulares entre las EPS y los gestores farmacéuticos, que imponen restricciones en la adquisición de medicamentos, limitando las alternativas terapéuticas y favoreciendo a ciertos proveedores. Estas prácticas no solo dificultan el acceso a los medicamentos necesarios, sino que también distorsionan la percepción de la oferta real en el mercado.
El Invima ha reportado que actualmente 37 medicamentos enfrentan dificultades de abastecimiento, lo que refleja una crisis sistémica que requiere una acción urgente. Ante esta situación, la Superintendencia de Salud ha anunciado investigaciones administrativas sancionatorias contra gestores farmacéuticos y EPS involucradas en prácticas que obstaculizan el acceso a los medicamentos.
Por otro lado, la Procuraduría General de la Nación ha advertido sobre la necesidad de proteger los recursos destinados a la salud, como la Unidad de Pago por Capacitación (UPC), que no deben desviarse de su propósito original. La expedición de resoluciones sin el debido proceso y la falta de consulta a todas las partes interesadas ponen en riesgo la sostenibilidad financiera del sistema de salud, afectando la prestación adecuada de los servicios médicos.
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