La combinación de nanotecnología y biotecnología está transformando el campo de los materiales. En los últimos años ha surgido el concepto de textiles inteligentes, que se refiere a tejidos capaces de reaccionar ante estímulos ambientales como la radiación solar, la electricidad, reacciones químicas, fuerza, entre otros.
La evolución en la industria textil va más allá de la fabricación de prendas cómodas e innovadoras que agraden al consumidor. Actualmente, los compradores están mostrando interés en seleccionar ropa que sea producida de manera sostenible, con materiales especiales y que no represente riesgos para la salud. Esta demanda podría ser abordada mediante el uso de la nanotecnología. La investigación en esta área, centrada en estructuras a escala nanométrica, permite la creación de materiales especiales con propiedades únicas que pueden ser aplicados en el sector textil.
La nanotecnología se utiliza para modificar las nanopartículas presentes en las fibras textiles, lo que resulta en cambios en su composición. Lo anterior conduce al desarrollo de propiedades como impermeabilidad, resistencia al fuego, capacidad de retención de energía, protección contra manchas e incluso la posibilidad de características antiarrugas.
Son muchas las prendas que se han fabricado a partir de esta metodología creando tejidos inteligentes con cualidades como telas antibacterianas y anti-ultravioleta así como los materiales fotosensibles y con memoria de forma y telas con almacenamiento de calor, entre otras.
Se anticipa que, mediante los progresos tecnológicos y científicos recientes, la industria textil pueda alcanzar los niveles de sostenibilidad y circularidad necesarios para abordar los desafíos ambientales y climáticos que enfrenta la humanidad en la actualidad.
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