El precio del oro alcanzó un récord histórico de US$3.500 por onza troy, lo que representa una oportunidad económica para Colombia, país con abundantes reservas auríferas. Sin embargo, este incremento también expone serios desafíos debido a que el 73,0% de la extracción de oro en el país se realiza de manera ilegal.
Según el diario El Colombiano, la minería ilegal de oro en Colombia no solo afecta las finanzas públicas al evadir impuestos y regalías, sino que también financia grupos armados ilegales y causa graves daños ambientales. La Agencia Nacional de Hidrocarburos reporta que el 85,0% del oro destinado a exportación tiene origen ilícito, con Antioquia y Chocó como las regiones más afectadas.
La Asociación Colombiana de Minería (ACM) advierte que, mientras la minería formal aporta aproximadamente 1,5 millones de pesos por onza en impuestos y regalías, la ilegalidad priva al Estado de estos recursos y deteriora los ecosistemas. Además, la falta de trazabilidad facilita el lavado de activos y la comercialización de oro de origen dudoso en mercados internacionales.
Expertos del sector minero señalan que el alto precio del oro incrementa el atractivo de la minería ilegal para grupos criminales, intensificando conflictos socioambientales y la deforestación. Ante este panorama, se hace necesario fortalecer la regulación y promover la formalización del sector para aprovechar los beneficios económicos del oro sin comprometer la legalidad y la sostenibilidad
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