Los efectos del cambio climático han impactado diversos sectores productivos a nivel mundial, y el tabaco no ha sido la excepción. En Cuba, la producción de habanos ha enfrentado dificultades debido a las condiciones climáticas negativas que han reducido la oferta de este producto icónico. El tabaco negro cubano, conocido por ser el mejor del mundo, se cultiva en condiciones específicas que solo se encuentran en ciertas regiones de la isla. Sin embargo, la disminución en la producción ha alterado la dinámica del mercado, permitiendo la entrada de nuevos actores, como inversores chinos, y elevando los precios de los habanos, que ahora se consideran un producto de lujo.
Habanos S.A., la principal empresa productora de puros en Cuba, ha experimentado cambios significativos en su estructura y enfoque. Con la mitad de la compañía en manos del estado cubano y la otra mitad controlada por Imperial Brands, con capital asiático, los habanos han adoptado una visión “gourmet”, justificando la lenta producción y el aumento en sus precios. En mercados como España, los precios de los habanos han subido hasta un 300%, consolidándolos como un artículo de lujo.
En Colombia, la producción ha disminuido desde 2010. Santander lidera, seguido por Huila, Sucre y Boyacá. A pesar de los desafíos, como el contrabando y las importaciones, la industria sigue siendo una fuente vital de ingresos en regiones como Piedecuesta, donde se producen puros premium utilizando técnicas cubanas tradicionales.
Lea también: La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el consumo global de tabaco ha experimentado una reducción