Los precios del tomate han experimentado una tendencia a la baja en mercados globales, influenciados principalmente por una menor demanda del consumidor mientras la oferta se mantiene robusta. Este fenómeno es observable incluso en Italia, un país reconocido por su alto consumo de tomates, donde la demanda se ha estancado, provocando una caída en los precios durante los últimos diez días. La competencia se ha intensificado con la mayor oferta proveniente de España, Turquía y Marruecos, lo que ha contribuido a la presión sobre los precios.
En Alemania, el exceso de oferta de tomates ha resultado en una disminución de precios, con una amplia disponibilidad de productos tanto nacionales como de los Países Bajos, Bélgica e Italia. Francia enfrenta una situación similar, con una oferta elevada que no ha sido absorbida por la demanda, especialmente hacia finales de mes, llevando a una disminución en los precios.
La campaña de invernadero en Almería, España, ha terminado con expectativas de un inicio más temprano en la próxima temporada 2024/25. Las importaciones de tomates de Marruecos y otros orígenes han causado una caída significativa de precios durante la campaña de invierno.
En Norteamérica, los precios han caído ligeramente. En EE. UU., la oferta nacional disminuirá temporalmente antes de mejorar con la cosecha en otros estados. Canadá mantiene una buena oferta de tomates de invernadero, mientras que México continúa con una fuerte producción.
En Sudáfrica, los precios siguen bajando, pero se mantienen un 70% por encima del año pasado debido a la escasa oferta de tomates de alta calidad. En China, los precios son más altos que en años anteriores debido a menores rendimientos en las principales regiones productoras afectadas por bajas temperaturas.
Lea también: Riesgo de desabastecimiento y aumento de precios en la canasta familiar de Colombia