Según las proyecciones del Banco Mundial, se espera que el crecimiento en las economías avanzadas sea moderado, a pesar de una reciente mejora en los pronósticos para la Unión Europea. En contraste, las perspectivas para China son bajas y cada vez más inciertas.
De acuerdo con el último informe ‘Perspectivas de los Economistas Jefe’ del Foro Económico Mundial, las estimaciones a corto plazo de la economía mundial están comenzando a estabilizarse, con diversas tendencias que generan una sensación de optimismo cauteloso en medio del lento crecimiento y persistentes incertidumbres económicas. El informe indica que la mayoría de los economistas jefe encuestados (54%) anticipan que la situación de la economía mundial permanecerá sin cambios en el próximo año. No obstante, la proporción de quienes esperan un debilitamiento es cuatro veces mayor (37%) que la de aquellos que esperan que se fortalezca (9%). Los economistas consideran que, “si la economía se está estabilizando, lo está haciendo al nivel más débil en décadas, esta estabilidad, agravada por la volatilidad política en muchos países, plantea numerosas amenazas en los próximos años”.
Según las consideraciones, se estima que el crecimiento global se mantendrá alrededor del 3,0% en 2024 y se recuperará ligeramente en 2025, alcanzando un crecimiento moderado del 3,3%. Esta expansión es principalmente impulsada por las economías de mercados emergentes, que se prevé que tengan una mejor aceleración, mientras que las economías avanzadas enfrentarán una desaceleración moderada debido a las condiciones de riesgo de recesión en Estados Unidos, Alemania y otros países de Europa. Asimismo, destacan que algunos de los principales desafíos incluyen el incremento de los riesgos inflacionarios, especialmente en relación con los precios internacionales de los alimentos, el aumento de las tensiones comerciales y la creciente tendencia de las principales economías a implementar políticas comerciales proteccionistas.
Por otro lado, la economía estadounidense experimentará una desaceleración en su crecimiento, situándose por debajo del 2% para mitigar las presiones inflacionarias que todavía persisten en el sistema. La Fed reducirá las tasas de interés de manera constante en aproximadamente 150 puntos básicos durante los próximos 12 meses, y se anticipa un aterrizaje suave siempre que la demanda de mano de obra se mantenga robusta. El crecimiento en China seguirá viéndose afectado por el sector inmobiliario, lo que dificultará alcanzar el objetivo de crecimiento del PIB del 5,0%. Se espera que las autoridades continúen con su enfoque gradual de estímulo, conscientes de la necesidad de mantener la disciplina del mercado.