Hikikomori es un concepto usado para referirse a las personas que permanecen solitarias, aisladas y no abandonan su casa incluso en años. El término fue acuñado por el psicólogo japonés, Tamaki Saito, en 1998, en su libro “Aislamiento social: una interminable adolescencia”. En Japón, medio millón de personas viven en aislamiento, por lo que algunos lo denominan como ‘ermitaños modernos’.
En la actualidad, se describe a los “hikikomori” como personas que se aíslan física y socialmente, pueden padecer sufrimiento psicológico extendido por seis meses o más, no salen de sus habitaciones en todo el día e incluso pierden el hábito de conversación con los familiares con quienes conviven.
En sus inicios, se consideró que era un trastorno cultural, ante lo cual el profesor de psiquiatría, Takahiro Kato, de la Universidad de Kyushu, en Fukuoka, indicó que hay muchas razones para pensar que la sociedad japonesa es vulnerable a esta condición. “En Japón hay un refrán muy famoso: ‘un clavo saliente se romperá pronto’. Las rígidas normas sociales, las altas expectativas de los padres y la cultura de la vergüenza hacen que la sociedad japonesa sea un caldo de cultivo de sentimientos de incompetencia y el deseo de que uno quiera esconderse del mundo”.
La tendencia es más habitual entre adolescentes, sin embargo, en Japón también hay personas mayores de 50 años que viven en aislamiento. Gracias a una encuesta gubernamental, se determinó que aproximadamente 541.000 personas (1,57% de la población) vive en esta condición, aunque muchos expertos creen que la cifra es mayor, ya que algunos tardan años en pedir ayuda.
Si bien algunos consideran que se trata de un tema cultural japonés, en los últimos años se conoció que también hay Hikikomoris en otros países, entre ellos Corea del Sur, donde las cifras indican que en 2005 cerca de 33.000 adolescentes (correspondientes al 0,3% de la población) vivían socialmente aislados. Así mismo, hace seis años en Hong Kong el 1,9% de la población se encontraba en la misma situación.
Otros países por fuera de Asia donde se han detallado casos de esta modalidad de vida son España, Italia, Francia, Estados Unidos e India, por lo cual, muchos cuestionan que se trate de un trastorno puramente cultural y con las necesidades de aislamiento por el coronavirus la posibilidad que este comportamiento se incremente (Herramientas Gratuitas de Seguimiento a la Erradicación del Covid-19). En este orden de ideas, también se considera que el Hikikomori está relacionado con desórdenes psiquiátricos o de desarrollo que pueden variar según tipo y gravedad. De igual forma, diferentes expertos han mencionado que puede desencadenarse por estrés laboral o familias disfuncionales.
Otra característica particular que suele discutirse es la influencia de la tecnología. Si bien este no es el factor determinante para que las personas adopten este estilo de vida, el mayor acceso a internet, las redes sociales y los videojuegos puede contribuir a que muchas personas se encierren en sus mundos y tarden mucho tiempo en salir de casa. (La Industria de los Videojuegos: FIFA vs PES)
En la actualidad, el Hikikomori no se encuentra catalogado como una enfermedad en la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin embargo, en varios países se llevan a cabo investigaciones que pueden llegar a ser determinantes para comprender mejor esta condición.