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Las cookies de terceros son utilizadas para analizar la información e interacción de las búsquedas que realizan los usuarios en los diferentes sitios web con el fin de mostrarles publicidad relacionada cuando visite otras páginas web y así ampliar la presencia de los anuncios. Es por ello, que cada vez que se entra a una página y acepta las cookies, la persona ve anuncios relacionados con productos y servicios que consultó anteriormente.
Sin embargo, navegadores como Firefox y Safari comenzaron a bloquear las cookies de terceros y en algunos casos limitan el rastreo de esta información por 24 horas, Google Chrome anunció que estas cookies dejaran de operar en 2022, generando cambios para el ecosistema tecnológico y el marketing digital.
De esta manera, tanto las audiencias como los anunciantes percibirán cambios al visitar los sitios web. En el primer caso, las personas tendrán la libertad de escoger o no si autorizan compartir sus datos, pero, la cantidad y calidad de los anuncios ya no será tan asociada a sus gustos y preferencias, así como también es posible que encuentre servicios cerrados que requieran registrarse o pagar por el contenido. En el caso del anunciante, el impacto estará relacionado con la pérdida del desempeño de sus campañas digitales, lo que ocasionaría una caída en el retorno de la inversión y, por consiguiente, un posible redireccionamiento de dicho presupuesto en otros medios para poder cumplir con los objetivos.