- En su discurso de posesión, Donald Trump prioriza una política de “Estados Unidos Primero”, con aranceles que podrían afectar las exportaciones colombianas, siguiendo un patrón similar al de su mandato anterior.
- El impulso a la explotación de combustibles fósiles y el fin del “Green New Deal” podrían presionar a la baja los precios del petróleo, impactando directamente la economía colombiana debido a su dependencia del crudo.
El lunes, 20 de enero de 2025 fue la toma de posesión del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. A la ceremonia asistieron Santiago Peña, presidente de Paraguay; Daniel Noboa, presidente de Ecuador y Javier Milei, presidente de Argentina. Por su parte, Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, fue la única líder del continente europeo en hacer presencia. Además, la ausencia de los mandatarios del Reino Unido, Canadá y México fue notable.
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En su primer discurso como presidente juramentado, Donald Trump señaló que “la edad de oro de Estados Unidos comienza ahora mismo” y reveló la visión de futuro que tiene para el país, en la que recupera su grandeza y liderazgo mundial a través de una serie de cambios radicales. Si bien en su alocución el presidente no hizo mención directa de Colombia y las relaciones entre ambos países, algunos de sus anuncios pueden tener un impacto indirecto en la economía colombiana.
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- Política de “Estados Unidos Primero” y proteccionismo comercial
Uno de los mensajes clave del discurso de Donald Trump fue poner a “Estados Unidos Primero”, que se refiere a priorizar los intereses del país y establecer aranceles a los productos provenientes de otros territorios. En este contexto, el mandatario anunció la creación del Servicio de Ingresos Externos, entidad encargada de gestionar el recaudo de los ingresos por los aranceles. Aunque en el discurso, Trump no mencionó directamente los países a los que aplicará dichas medidas, se especula que los primeros afectados serán México, Canadá y China.
El anuncio de estas medidas recuerda a las tomadas durante su primer mandato, en el que se desató una guerra comercial entre Estados Unidos y China. En ese momento, la economía colombiana enfrentó consecuencias directas e indirectas, principalmente a través de cambios en los precios de las materias primas, la tasa de cambio y el comercio internacional. En particular, los precios internacionales del petróleo se redujeron, lo que causó que el peso colombiano se depreciara. Además, la demanda global de bienes se contrajo debido al aumento de precios, lo que se tradujo en una caída de las exportaciones del 5,8% a cierre de 2019.
De este modo, la guerra comercial entre Estados Unidos y China durante el primer mandato de Donald Trump expuso la vulnerabilidad de la economía colombiana ante las fluctuaciones del mercado internacional, la dependencia de las exportaciones de materias primas y la necesidad de diversificar su economía y mejorar su competitividad. Por lo tanto, dado que los fundamentales de la economía colombiana no han cambiado significativamente, esta nueva ola de medidas comerciales podría impactar de nuevo a Colombia.
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- Política energética y fin del “Green New Deal”
En su intervención, Donald Trump declaró el fin del “Green New Deal”, que es un marco político y económico que busca la transformación integral de la economía para abordar el cambio climático y las desigualdades sociales y económicas. En adición, el presidente anunció el fomento de la producción de combustibles fósiles como el petróleo y el gas, argumentando que Estados Unidos tiene “la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país de la Tierra, y vamos a utilizarla. Bajaremos los precios, llenaremos nuestras reservas estratégicas hasta el tope y exportaremos energía estadounidense a todo el mundo.”
Esta postura tendría un impacto en el sector energético global, presionando a la baja los precios internacionales de los hidrocarburos. Colombia, como país exportador de petróleo, podría verse afectada por esta política, aunque también podría beneficiarse de menores costos energéticos. En este punto, nuevamente puede preverse un impacto en la tasa de cambio del peso colombiano frente al dólar estadounidense, el cual tiene una correlación negativa con el precio del crudo.