Durante el primer semestre de 2023, el sector de los aceites vegetales registró un desempeño regular, teniendo en cuenta el momento coyuntural de la economía nacional e internacional y el comportamiento de las principales variables del sector. En el caso del aceite crudo de palma, la producción acumulada a agosto creció un 6% y el destino fue en un 71% para el mercado interno. Ahora, teniendo en cuenta la transformación, el PIB descendió un 9,3% durante los primeros seis meses del año. Al tiempo, en el comercio internacional, tanto las exportaciones como las importaciones descendieron, aun así, se consolida una balanza superavitaria para el sector, un factor que se espera continúe ante el incremento a mayor escala comparativa de los precios de los aceites sustitutos como el de oliva.
En cuanto a las expectativas del sector, las prioridades deben estar enfocadas en ajustarse a la normatividad que exige el mercado europeo, la previsión de un fenómeno de El Niño largo e intenso, el control de enfermedades como la pudrición del cogollo, PC y el picudo negro, y equilibrar los niveles de producción y rendimientos entre las regiones; una acción que debe fortalecerse con la renovación de cultivos y así, estar preparados a nuevas oportunidades como la de exportar aceite de palma para la elaboración de combustibles aeronáuticos.
