Hemos reseñado que la democracia está pasando por una marcada crisis explicada por el autoritarismo, el nacionalismo, el populismo, el endurecimiento de los partidos tradicionales, el ataque a la ciencia, la desinformación y la corrupción; lo que ha redundado en una pobreza de bienes políticos, evidenciada en las bajas capacidades de los líderes actuales y el rumbo de sus países. Ahora, ¿cómo están nuestros bienes económicos? (Parte I).
La economía del mundo, en la actualidad, la dominan China, Europa y EEUU. China, después de 20 años de sorprender en sus indicadores con una política industrial y tecnológica, está enfrentando una marcada desaceleración. En Europa varios países han entrado en recesión técnica. Y en EEUU, pese a mantener el pleno empleo y buenos niveles de consumo; los rumores de recesión no desaparecen por la obstinación de la Reserva Federal de no negociar un nivel de inflación superior al 2%, actualmente en el orden del 3%, con lo que seguirá aumentando tasas de interés.
En Colombia, en la tasa de interés, que es un vehículo para incentivar el consumo y la inversión, en palabras del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, “el objetivo del Banco de la República de enfriar la economía ya se cumplió, lo vemos reflejado en las cifras de crecimiento económico tan bajas que se están presentando este 2023. En las reuniones del emisor en septiembre y octubre revisan los temas de tasa y esperamos que ahí comiencen a bajar”.
Otro elemento financiero clave es el ahorro, para Juan Pablo Córdoba, presidente de la Bolsa de Valores de Colombia, Colombia es un país que ahorra poco y el único de largo plazo es el de los fondos privados de pensión, advirtiendo sobre los efectos de una reforma pensional, donde los 18 billones de pesos anuales pensionales se dejarían de ahorrar y pasarían al gobierno para el gasto (Reforma Pensional: Del Ahorro al Reparto (Video y Podcast)).
Ahora bien, es particular que el gobierno pida que bajen las tasas para dinamizar la economía, pero no ejecuta los presupuestos y no libera recursos del Fonpet. Lo que no ejecuta se queda “parqueado” en el Banco de la República, y le resta liquidez al mercado.
Se siente que falta un plan de reactivación sectorial en Colombia, no se ve una iniciativa desde el gobierno en este frente, en medio de una clara desaceleración.
