La matriz energética de Colombia es una de las más sólidas de la región. Presenta bajos riesgos de apagones y racionamientos.
La asignación de precios de la energía en el país se da por la convivencia de componentes de mercado y regulados; el primero es la generación donde los agentes asignan precios en la relación de oferta y demanda; el segundo es la transmisión y distribución donde interviene la Comisión Reguladora de Energía y Gas – CREG.
El alza en precios se viene presentando en los últimos años por el componente regulado de la tarifa. Este elemento entró a ser renegociado recientemente cambiando el indexador del Índice de Precios al Productor – IPP por el Índice de Precios al Consumidor – IPC.
En los años ochenta, Colombia debía tomar deuda para financiar el sector eléctrico. En la actualidad, esta actividad es sostenible y les retorna utilidades a los inversionistas y al país (Perfil Laboral del Sector de Energía para 2025 (Infografía)).
El principal inductor para la disminución en los precios de la energía en el largo plazo será la entrada de nuevos proyectos de generación apalancados por nuevos inversionistas.
El futuro del sector estará marcado por elementos sociales, tecnológicos, regulatorios y de transición (Conflicto Militar Retrasaría la Transición a Energías Renovables).
La posibilidad de crear cooperativas de energía eléctrica, ventas digitales y procesos de abastecimiento moldearán la sustitución futura del Sistema Interconectado Nacional.
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