A partir de noviembre de 2023, entraron en vigor los llamados “impuestos saludables”, establecidos mediante la última reforma tributaria (Ley 2277 de 2022) en Colombia. Estos impuestos se aplican a ciertos alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas, con el objetivo de fomentar hábitos de consumo más saludables y combatir problemáticas relacionadas con la alimentación.
Tras cinco meses de implementación, un informe realizado por la firma Kantar reveló el impacto de estos gravámenes en las dinámicas de consumo de los compradores. Según el análisis, se evidenció una contracción del 5% en el volumen de los productos afectados en comparación con el año anterior. Categorías como té líquido, leche saborizada y chocolatinas registraron una disminución de entre el 5 y el 20%.
Los hogares han respondido a estos impuestos adaptando sus decisiones de compra, modificando la frecuencia de compra y migrando hacia marcas más económicas. John Studerus, gerente de analítica avanzada de Kantar Colombia, señaló que el impacto podría extenderse más allá de los productos gravados, afectando también el consumo en otras categorías no sujetas a impuestos.
La reforma tributaria establece que los productores o importadores de alimentos ultraprocesados con alto contenido de azúcares añadidos, sodio o grasas deben pagar un impuesto del 10% para 2023, aumentando al 15% en 2024 y al 20% a partir de 2025. Esta medida afecta a 21 artículos, incluyendo salchichas, galletas, chocolate instantáneo, entre otros. En cuanto a las bebidas azucaradas, se aplicarán impuestos progresivos según el contenido de azúcar por cada 100 ml.
La industria se encuentra en un proceso de adaptación, ajustando la capacidad productiva y desarrollando estrategias para mitigar el impacto en el volumen de consumo, en línea con los cambios tributarios y las nuevas demandas del mercado.
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