Entre las alternativas está el cacao cultivado en laboratorio. Según informa la revista Merca2.0., Mondelez International, ha sido un actor clave en esta tendencia, participando en una ronda de financiamiento de 4,5 millones de dólares para la startup Celleste Bio, que se especializa en el desarrollo de cacao de origen celular. Este interés por el cacao sintético surge en un contexto donde los precios han alcanzado niveles récord, superando los 12.000 dólares por tonelada, lo que ha generado preocupación por la sostenibilidad del suministro y la calidad del fruto.
Además de Mondelez, compañías como Tate & Lyle están explorando el desarrollo de endulzantes a partir de moléculas sintéticas derivadas de plantas. La escasez global de cacao y las condiciones adversas que enfrentan los cultivadores en África Occidental han intensificado la búsqueda de soluciones innovadoras. Las iniciativas actuales no solo buscan mitigar los desafíos relacionados con el cambio climático y la deforestación, sino también cumplir con las nuevas regulaciones europeas que exigen pruebas sobre el origen sostenible del cacao. Con estas inversiones y desarrollos, se espera que la industria del chocolate pueda asegurar un suministro constante y sostenible en el futuro.
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