Las redes sociales han cambiado radicalmente la forma como las personas se comunican y difunden información, que en muchos casos resulta ser falsa. En los últimos años, se ha denunciado la existencia de bodegas en las redes sociales (“net centers”), estrategia que consiste en contratar personal para crear una serie de cuentas falsas, diseñadas y pagadas para atacar a sectores políticos, religiosos o personas en específico, con la intención de impactar su imagen, ya sea de manera positiva o negativa. (Influenciadores en Redes Sociales: el Mercadeo de la Actualidad)
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Estas cuentas falsas, que trabajan desde el anonimato y se dedican en muchos casos a atacar y lanzar calumnias, son ilegales. El Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, expresó que “desde la perspectiva de la Fiscalía General de la Nación, estos “net centers” son ilícitos y en Colombia constituyen modalidades de conciertos para delinquir”, señalando que este delito es investigable de oficio.
De hecho, en una audiencia convocada por la Corte Constitucional, se analizó el alcance de la libertad de expresión en las redes sociales. Allí, el Fiscal General manifestó que “las denominadas bodegas para fines de sabotaje sirven para implementar prácticas que desafían el código penal”.
No obstante, esta práctica se ha vuelto cada vez más común en las redes sociales y su estructura se asemeja a la de una pequeña empresa dedicada a difundir comentarios sistemáticos y repetitivos, de manera que, ante los usuarios de las redes se tenga la percepción de una opinión colectiva.
Por esta razón, la fiscalía anunció que fortalecerá los procesos para atacar los delitos más recurrentes en las redes sociales, entre los que se encuentran la calumnia, la suplantación de identidad para incurrir en conductas dañinas, el hostigamiento agravado, la instigación a delinquir, la pornografía infantil, la trata de personas y las mencionadas bodegas. (¿Cómo Cambiará la Regulación de Redes Sociales Tras el Caso de Facebook?)
En Colombia se ha denunciado en varias ocasiones la existencia de bodegas, en las que community managers trabajan al servicio de un candidato para posicionar su campaña en redes sociales o para dañar la imagen de su opositor. El uso de esta estrategia ha sido efectiva para dar viraje a las campañas de múltiples candidatos y para posicionar rumores como ciertos. (Las Redes Sociales: una Colectividad de Impacto Social, Económico y Político)
Es de resaltar que un colombiano consulta las redes sociales 26 minutos al día y en este tiempo lee y comparte diversidad de información sin constatar su veracidad.
Además, esta modalidad de campaña sucia ha sido denunciada en diversos países, entre ellos Estados Unidos, donde el fiscal especial, Robert Mueller, afirmó que un grupo de rusos había sido contratado para publicar contenidos de forma sistemática en las redes sociales. Los mensajes de difamación iban dirigidos a la campaña presidencial realizada en 2016, a partir de los cuales se acuñó un término en el lenguaje coloquial, “granja de trolls”, que hace alusión a los usuarios que aparentemente se reunían para realizar dicho trabajo.
El problema de esta modalidad es que la cantidad de opiniones segmentadas y la difusión de información falsa tienen un efecto real en la opinión pública. Si bien las noticias falsas se usan hace tiempo en las guerras y en las campañas electorales, ahora, con la tecnología de por medio, la transmisión de estos mensajes se ha vuelto más efectiva, puesto que la información llega a cada usuario sin necesidad de estar conectado a un medio de comunicación habitual, como las noticias o los diarios, aparenta ser cierta y se difunde de manera explosiva.
