La reciente baja de precios en los supermercados de Colombia ha llegado en tiempos de alta inflación, donde los consumidores se han visto afectados por la disminución de su poder adquisitivo y, a su vez, los supermercados se han visto afectados por el recorte de gastos de los consumidores. En medio de esta coyuntura, hemos presenciado una disminución en los precios de una amplia variedad de productos en los supermercados de Colombia, que inició con Ara y, poco después, se sumaron almacenes como Éxito, Makro, Olímpica y Colsubsidio. Este suceso guarda un símil con la reciente “guerra de tasas”, que inició con Bancolombia decidiendo bajar los tipos de sus tarjetas de crédito y, posteriormente, gran parte de las entidades financieras del país se sumaron a esta medida, pero ¿qué hay detrás del bajón de precios de los supermercados?
Uno de los factores clave que ha impulsado la baja de precios es el aumento de la competencia en el sector minorista. En los últimos años, hemos presenciado la entrada de nuevos actores en el mercado (Ísimo, del grupo empresarial Olímpica, es el caso más reciente), lo que ha generado una mayor oferta de productos y actores en competencia. Los supermercados se han dado cuenta de la necesidad de diferenciarse y atraer a los consumidores, y una forma de lograrlo es mediante la reducción de precios.
Además, los supermercados están implementando estrategias para optimizar su cadena de suministro y distribución. Mediante la mejora de estos procesos, los comercios pueden reducir costos y trasladar esos ahorros a los precios de los productos. Aquí también entran en juego los efectos de la economía a escala, entendiendo que los almacenes de cadena suelen tener una gran cantidad de tiendas en todo el país; D1 cuenta con más de 2.000 puntos, Ara tiene más de 1.000 tiendas en su haber y Éxito cuenta con más de 500 almacenes, lo que les permite beneficiarse del modelo de economías de escala. Al comprar grandes volúmenes de productos, pueden obtener descuentos de los proveedores y luego trasladar esos ahorros a los consumidores.
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Además de la competencia y las mejoras en la cadena de suministro, los supermercados están utilizando estrategias de marketing para atraer a los consumidores. Las promociones especiales, los descuentos por volumen y los programas de lealtad son algunas de las estrategias utilizadas para ofrecer precios más bajos y fomentar la fidelidad de los clientes. Estas acciones generan un ambiente de confianza y satisfacción en la relación entre los supermercados y sus clientes.
Es importante reseñar que el gasto de los hogares colombianos, en abril del presente año, cayó 2,7% frente a marzo de 2023 y 3,3% frente a abril de 2022, de manera que las grandes superficies ven la necesidad de ajustar sus productos a las dinámicas de gasto de sus consumidores para ganar mercado y liquidar inventario.
Otro aspecto por revisar es el comportamiento del dólar, que recientemente ha mostrado una tendencia bajista, permitiendo que los productos importados, o los que se fabrican con materias primas importadas, se beneficien.
Así las cosas, la baja de precios en los supermercados de Colombia surge a partir de una combinación de factores, incluida la competencia en el sector minorista, las mejoras en la cadena de suministro, los cambios en las dinámicas de consumo de los colombianos y el poder de negociación de los supermercados. Estas razones han llevado a una disputa por participación en el mercado cuya sostenibilidad en el tiempo podría depender de las dinámicas del sector y las variables que lo impactan. En todo caso, esta tendencia ha representado una noticia positiva para el poder adquisitivo de los colombianos.
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