Actualmente, las esmeraldas de Colombia son consideradas las mejores del mundo, seguidas por las de Zambia y Brasil. De acuerdo con Charles Burgess, director de la multinacional Minería Texas Colombia, “la demanda por las esmeraldas colombianas sigue siendo muy fuerte, son muy apetecidas en el exterior. La verdad es muy difícil producir suficientes esmeraldas para satisfacer el mercado”.
Esto obedece a que los estudios geológicos no abarcan con precisión las zonas potenciales donde se puedan encontrar esmeraldas, por lo cual las mineras deben recurrir a la exploración y búsqueda bajo tierra, lo que genera que los procesos sean más lentos y así se llega al desabastecimiento.
En Boyacá se encuentra la mayoría de los yacimientos de esmeraldas del país, por lo que es el principal productor, donde los protagonistas son los municipios: Muzo, Quipama, Maripí y San Pablo de Borbur. Por ser un bien de lujo y en muchas ocasiones un producto premium, es decir que se comercializa tallado y pulido, una sola esmeralda colombiana puede costar entre $50.000 y $100.000 dólares.
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