El estudio realizado por Invamer para el Programa Anticontrabando de la Federación Nacional de Departamentos (FND) indica que el consumo ilegal de cigarrillos en Colombia alcanzó el 35% en 2023, marcando la cifra más alta registrada desde 2015. Los cinco departamentos con mayores tasas de consumo ilegal son La Guajira con un 91%, Cesar con un 85%, Sucre con un 75%, Bolívar con un 74% y Norte de Santander con un 74%.
Según la FND, Colombia ha incurrido en pérdidas de 3,6 billones de pesos en los últimos cinco años debido al contrabando de cigarrillos. El fenómeno no sólo impacta en la economía, sino que también afecta directamente a la salud pública, debido a que la desviación de los ingresos fiscales del consumo de cigarrillos priva a las regiones de financiamiento para el deporte y la atención médica.
Los esfuerzos para controlar el contrabando de cigarrillos han enfrentado desafíos, con aumentos observados en ciertas regiones como Quindío, Chocó, Cauca y Cundinamarca. Por el contrario, se han registrado reducciones en el consumo ilegal de cigarrillos en departamentos como Córdoba, Sucre, Vichada, Arauca y Magdalena.
La mayoría de los paquetes de cigarrillos vendidos ilegalmente se distribuyen a través de tiendas de barrio, siendo el precio la principal motivación para los consumidores. El costo promedio de un paquete que contiene 20 cigarrillos ilegales es de 4.208,54 pesos.
El estudio también identifica las principales marcas ilegales de cigarrillos en el mercado colombiano, incluyendo Rumba, Carnival, Real y Marshal, provenientes principalmente de Uruguay, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos y China.
La FND advierte sobre las consecuencias del contrabando de cigarrillos, no sólo en términos de pérdida de ingresos fiscales, sino también en las posibles ramificaciones legales para aquellos involucrados en el comercio. Las medidas para combatir este problema requieren esfuerzos coordinados entre agencias gubernamentales, fuerzas del orden público y la sociedad en general.
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