Según el diario Portafolio, la distribución de combustibles líquidos en Colombia generó contribuciones fiscales significativas, alcanzando más de $8,5 billones en 2023, según un informe reciente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP). Este sector es crucial para garantizar derechos fundamentales y contribuye al desarrollo socioeconómico del país.
El informe destaca que, a pesar de un ligero aumento del 0,3 % en la demanda de combustibles líquidos el año pasado, hubo una reducción del 2,5 % en el consumo general de gasolina, mientras que el diésel y el jet experimentaron aumentos del 3 % y 2 % respectivamente.
Este cambio en la demanda fue atribuido al incremento en el precio de la gasolina corriente después del retiro del subsidio, así como a la estabilidad en el precio del diésel, el aumento del transporte terrestre y la salida del mercado de aerolíneas de bajo costo.
Para el periodo 2024-2033, se proyecta un crecimiento anual del mercado de combustibles líquidos del 1,8 %, anticipando una recuperación económica sostenible y una mayor adopción de tecnologías de bajas emisiones. Se espera que en 2024, los agentes de la cadena inviertan un total de 3,3 billones de pesos, un 12 % más que en 2023, destinados a diversas mejoras e innovaciones en infraestructura y tecnología para impulsar la sostenibilidad y la eficiencia en el sector.
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