La planta de medicamentos de la Universidad de Antioquia iniciará la fabricación de cuatro nuevos tipos de pastillas que actualmente deben ser importadas al país y se utilizan para tratar enfermedades que no reciben suficiente atención. Estos medicamentos (Niclozamida, Benznidazol, Cloroquina y Prasicuantel) son considerados “estratégicos para el país”.
Con ese fin, la universidad ha firmado un convenio, al cual tuvo acceso el diario El Colombiano, donde el Ministerio de Salud, y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación han asignado 2.000 millones de pesos de su presupuesto para fortalecer la investigación, el desarrollo y la fabricación, así como para gestionar los registros sanitarios. Después de un período de investigación que dura entre un año y 15 meses, se iniciará la producción.
“Sería la primera vez que el país desarrolla medicamentos para enfermedades desatendidas en colaboración con una empresa farmacéutica nacional y pública”, destacó el decano de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias de la universidad, Wber Orlando Ríos.
Desde febrero pasado, esta infraestructura ha estado disponible para el Gobierno nacional para abastecer medicamentos que escaseaban o corrían el riesgo de escasear, en medio de una situación en la que muchas referencias eran difíciles de conseguir. La planta operaba en dos turnos, pero desde mayo pasado ha ampliado su capacidad mediante la implementación de un horario nocturno y el aumento de personal (químicos farmacéuticos y operarios) en un 30%. Además, se han alcanzado acuerdos con los propietarios de 3 de los 20 medicamentos que estaban en la lista de enfermedades desatendidas (Clozapina, Haloperidol y Levomepromazina). Como resultado, la producción mensual ha aumentado de 5 a 12 millones de tabletas.
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