El sector caficultor colombiano atraviesa un momento de consolidación productiva y renovación agrícola, logrando intervenir 89.400 hectáreas de cultivos, lo que representa la mejor cifra de los últimos 13 años. Este esfuerzo acerca al gremio a su meta estratégica de 100.000 hectáreas para el 2025, demostrando el compromiso de los productores por mantener la calidad y eficiencia del parque cafetero, incluso en un entorno de precios altos que usualmente desincentiva la sustitución de árboles viejos por nuevos.
Según La República, el balance presentado por la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) destaca que el año cafetero, cerrado en septiembre, dejó un volumen histórico de 14,8 millones de sacos, el registro más alto en más de tres décadas. Este desempeño ha tenido un impacto directo en la generación de divisas, permitiendo que las exportaciones totalicen US$ 5.500 millones, una cifra clave para la estabilidad macroeconómica del país y la sostenibilidad de las familias caficultoras.
En términos de peso económico, el sector ha recuperado protagonismo al representar el 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, el nivel más alto de las últimas décadas. Sin embargo, se proyecta una leve corrección para el cierre del año calendario, donde se estima una reducción de 1,0 millón de sacos en el segundo semestre, situando la producción de este periodo en cerca de 7,2 millones de unidades debido a los ciclos naturales de la cosecha.
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