El alcance de las nuevas tecnologías, la comunicación y la información ha cambiado los patrones de empleo, tiempo y remuneraciones a nivel mundial.
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El mercado laboral se ha transformado significativamente con la masificación del internet y las redes sociales. La oportunidad de que las personas puedan exponer sus conocimientos y experiencia al servicio de los demás, sin intermediarios, ha configurado un cambio disruptivo para los emprendedores, quienes buscan nuevas oportunidades, independencia y estabilidad laboral.
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Trabajar como “freelancer” se ha convertido en una modalidad cada vez más atractiva, no solo para los jóvenes, sino para todo aquel que desea mostrar su trabajo, sus capacidades y evitar las jornadas al interior de una compañía tradicional.
Sin embargo, resulta arriesgado entrar al universo freelance, ya que las personas que trabajan bajo esta modalidad deben hacerse cargo de responsabilidades, en su mayoría financieras, como las prestaciones sociales, pues ejercen actividades laborales de manera autónoma e independiente. Se estima que en Colombia el 45% de las personas que cotizan en seguridad social son independientes, por lo que deben pagar sus obligaciones con toda la base de cotización establecida, es decir, sobre el 40% de sus ingresos de salario mensual, el 16% va dirigido para pensión y el 12,5% para salud, mientras que estas cargas, siendo empleado, se cotizan en 4% para cada uno de ambos rubros.
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El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones realizó un primer estudio en 2015 para identificar el panorama del “teletrabajo autónomo” en el país, en el que ha sido hasta ahora el único estudio oficial, haciendo énfasis en ciudades principales como Bogotá (44%), Medellín (10%), Cali (6%) y Barranquilla (4%), donde se concentra la mayor participación de freelancers en el país.
Los principales oficios de freelancers, según el estudio, son programadores o desarrolladores web, con un 22%, y servicios, con el mismo porcentaje (22%). Por su parte, los diseñadores gráficos representan el 17% y los creadores de contenidos (influencers y escritores), ya sea de artículos o blogs, el 9%. Las demás actividades, entre las que se encuentran profesiones como asistente administrativo, ingenieros de diseño de producto, expertos en SEO/SEM y desarrolladores para móviles, constituyen un 30%.
De estos freelancers, el 63% son hombres y el 37% mujeres, siendo liderados por personas de 26 a 35 años, con un 42% del total, según el estudio.
Según la Corporación Colombia Digital y el Centro Nacional de Consultoría, el número de teletrabajadores se ha incrementado considerablemente, pasando de 31.533 en 2012 a 122.278 en 2018. Los más beneficiados con este fenómeno son las pymes, ya que les facilita contratar a profesionales por un menor costo, para tareas puntuales, sin requerir grandes niveles de inversión.
En cuanto a los freelancers, especializarse en un tema es esencial para tener éxito. Además, es indispensable una gran motivación para realizar los trabajos requeridos y, sobre todo, saber cuánto cobrar por los servicios para determinar si el esfuerzo es rentable o no. La experiencia y los conocimientos solicitados son bases para determinar el valor.
Finalmente, la difusión voz a voz entre el público es la mejor forma de darse a conocer y atraer otros servicios. Tener un plan de negocio con una base de precios competitivos, muestra profesionalismo, compromiso y es garantía de estabilidad y recordación entre los clientes.
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