En menos de cinco meses, fallas en el sistema automático de estabilización de los aviones Boeing 737 MAX cobraron la vida de 346 personas. Dos accidentes fatales, uno en Etiopía y otro en Indonesia, que presentaron la misma falla, llevaron a que países de todo el mundo dejaran a los 737 MAX en tierra, mientras finaliza la investigación por parte de las autoridades aeronáuticas correspondientes y la FAA (Federal Aviation Administration) de Estados Unidos.
Impacto Financiero y Comparativo
Boeing, una compañía estadounidense con ingresos superiores a 101.000 millones de dólares en 2018, genera más que el Producto Interno Bruto (PIB) de países como Ecuador y Venezuela. Para tener un referente cercano, el PIB de Colombia fue de 336.000 millones de dólares el mismo año, es decir, las ventas de Boeing representan aproximadamente un tercio de lo que produce Colombia.
Innovaciones y Problemas del 737 MAX
El 737 MAX fue introducido al mercado en 2017 y, hasta el accidente en Etiopía, había 371 aeronaves de esta referencia transportando pasajeros en todo el mundo. La mayor innovación de este avión de corto alcance es el ahorro de combustible, mejora que Boeing implementó para competir con la flota A319-A320 de Airbus. (Lea también: Débil Crecimiento de la Economía Redujo el Consumo de Combustibles)
No obstante, la nueva ubicación del motor, ocho pulgadas más adelante que en diseños anteriores, hace que el avión tienda a un leve movimiento ascendente en ciertas situaciones. Para compensar este movimiento, los ingenieros introdujeron una actualización en el sistema de estabilización automática (MCAS) que ayudaría a los pilotos a estabilizar el avión. A pesar de esto, las investigaciones recientes revelan fallas tanto en este sistema como en la capacitación brindada a los pilotos, dadas las nuevas características de la aeronave.
Repercusiones Internacionales
Después de los accidentes aéreos, varios países del mundo, incluyendo Colombia, prohibieron el uso de los 737 MAX en su espacio aéreo y obligaron a las aerolíneas a dejarlos en tierra hasta que concluyan las investigaciones. Southwest Airlines es la aerolínea con más 737 MAX en el mundo con 34, seguida por American Airlines con 24 y Norwegian Air y Spice Jet de India con 18 cada una. En Latinoamérica, las aerolíneas que poseen este avión son Aerolíneas Argentinas, Aeroméxico y Gol de Brasil, aunque en ninguna superan el 5% del total de la flota.
Situación en Colombia
En Colombia, ninguna aerolínea posee este modelo. Avianca maneja sus vuelos de corto alcance con la flota Airbus A319-A320, y los únicos Boeing que tiene son los 787 “Dreamliner”, que operan rutas internacionales. La operación regional de LATAM también se efectúa con aviones Airbus, y los Boeings que posee son 767, los cuales cubren rutas desde Santiago de Chile a Estados Unidos. Satena utiliza modelos Embraer 170 y 145 y los ATR42, ninguno de la compañía Boeing.
Impacto en el Tráfico Aéreo
A nivel mundial, el impacto en el tráfico aéreo no será significativo, según Fitch Ratings. En los días posteriores, los pasajeros fueron reubicados y la ocupación de las demás aeronaves aumentó. Sin embargo, si el tiempo en tierra de la flota se extiende, se podrían afectar los planes estratégicos de las compañías para añadir nuevas rutas o mantener la rentabilidad de las existentes, impactando el crecimiento del tráfico aéreo mundial.
En Colombia, las únicas aerolíneas que operaban con el 737 MAX eran Aeroméxico y American Airlines. La primera cubría tres de nueve rutas diarias desde Ciudad de México hacia Bogotá, y la segunda operaba dos vuelos diarios desde Estados Unidos, más una conexión entre Bogotá y Medellín.
Consecuencias para Boeing
Las consecuencias más graves serán para Boeing y las 68 empresas que dependen de la fabricación de este modelo. Tan solo el día después del accidente, la empresa perdió 27.000 millones de dólares en capitalización bursátil.
El caso del Boeing 737 MAX es un ejemplo claro de cómo la búsqueda de innovación y ahorro de combustible puede llevar a consecuencias inesperadas y trágicas. La situación actual obliga a la industria aeronáutica a reevaluar sus procedimientos y asegurar la capacitación adecuada de los pilotos para evitar futuros accidentes.
