Los precios de los tiquetes aéreos se regulan por condiciones de oferta y demanda del mercado. La demanda se refiere a la cantidad de personas que quieren comprar un producto: mientras más personas necesiten tiquetes para un destino, más dinero pueden cobrar las aerolíneas por estos. Esta es la razón de que sea más barato viajar a Cartagena en septiembre que en diciembre. Por otro lado, la oferta es la cantidad de productos disponibles para los consumidores; cuando la oferta es mayor, el precio de los productos disminuye. Por esto cuando las aerolíneas de bajo costo entraron al país, las personas encontraron más opciones para comprar sus tiquetes y las aerolíneas tradicionales se vieron obligada a bajar sus precios. (Recomendado: Las Aerolíneas de Bajo Costo, ¿lo son Realmente en Latinoamérica?)
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El pasado 5 de noviembre, luego de 51 días, finalizó el paro del sindicato de pilotos de Avianca. Durante este periodo la compañía tuvo que reprogramar y cancelar gran cantidad de vuelos nacionales e internacionales y disminuir la frecuencia de estos, ocasionándole millonarias pérdidas. Ante esta situación, la aerolínea decidió aumentar el costo de los tiquetes y eliminar algunas rutas de los vuelos directos como medida de contingencia. (Puede interesarle: ¿Qué Explica la Turbulencia por la que Pasa Avianca?)
Culminado el paro, los usuarios esperaban que los tiquetes de Avianca bajaran de precio, pero esto no sucedió. Desde que la aerolínea normalizó su operación, las tarifas no han disminuido: un tiquete Medellín-Bogotá que hace un año costaba $290.000 en tarifa económica, ahora cuesta $500.000. Un tiquete a Europa, que se conseguía a $2’700.000, estuvo a $5’000.000 hasta enero de este año. Adicionalmente, muchas rutas directas que existían el año pasado fueron remplazadas por rutas con escala en Bogotá.
A pesar de las altas tarifas durante el paro y la disminución de frecuencias, muchos clientes decidieron seguir volando con Avianca, mostrando qué hay un segmento del mercado cuya decisión de compra no se ve tan afectada por este aspecto. Este segmento está compuesto por los viajeros de negocios, los cuales tienen necesidades que las aerolíneas de bajo costo no logran satisfacer. (Recomendado: Estrategias para la Fidelización de sus Clientes)
El 27% de los viajes contratados a través de agencias de viaje son corporativos. La demanda de este segmento tiene una menor elasticidad al precio que los viajes de placer, lo cual significa que las personas que realizan viajes de negocios están dispuestas a pagar más para llegar a su lugar de destino debido a que tienen más restricciones de fecha y horario al momento de tomar la decisión de compra.
Avianca es la aerolínea con más frecuencias entre las ciudades principales del país. Esto le permite tener horarios más convenientes para los empresarios y diversas opciones en caso de cancelaciones o retrasos. Además, con los programas para viajeros frecuentes ha logrado fidelizar a los usuarios con salas de espera especiales, acumulación y redención de millas, ascensos a clase ejecutiva, abordaje preferencial y filas exclusivas para reducir los tiempos de espera. Estos beneficios hacen que los viajes sean más ágiles y se acomoden a las necesidades de los empresarios. (Puede interesarle: ¿Por qué la Comida de Avión Sabe tan Mal?)
Aunque las aerolíneas de bajo costo lograron quedarse con la parte del mercado cuya prioridad es el precio, existe un importante segmento de clientes que está dispuesto a pagar más por tiquetes que les proporcionen mayor seguridad y comodidad, generando mayores ingresos para Avianca que un viajero que solo compra tiquetes buscando ahorrar. Gracias a esto las tarifas, de Avianca no bajaron y es posible que se mantengan altas.
